España es uno de los países europeos con el mayor porcentaje de personas de 65 años o más. Aunque las necesidades médicas de este público son distintas a las del resto, sólo una pequeña parte del sector asegurador dispone de servicios adaptados a sus requerimientos, como la videoconsulta disponible las 24 horas.

La llamada telemedicina —prestación de servicios médicos de forma telemática— ha demostrado su efectividad incluso en situaciones de emergencia. De ahí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacase el uso de videollamadas para la lucha contra el Covid-19 y que productos aseguradores como la poliza senior adeslas la incluyan entre sus prestaciones y servicios.

La videoconferencia permite ‘romper’ las barreras geográficas entre el asegurado y el personal sanitario de la compañía de seguros. Esta es una ventaja significativa para las personas de la tercera edad, especialmente para las domiciliadas en municipios y localidades alejadas de la capital provincial. Por medio de una videollamada, puede obtenerse un diagnóstico sin necesidad de realizar desplazamientos por carretera, lo que repercute además en la reducción de las emisiones contaminantes en beneficio del medio ambiente.

Las consultas a distancia facilitan asimismo el seguimiento del estado de salud del asegurado por parte del personal médico. Con ello, se facilita la detección temprana de enfermedades y dolencias, impidiendo que se agraven sus síntomas. De igual forma, este servicio reduce el riesgo que conlleva el autodiagnóstico y la automedicación, por el acortamiento de los tiempos de espera que impiden al afectado investigar por cuenta propia y adquirir fármacos y tratamientos que empeoren su estado de salud.

Otro de los beneficios de la videoconsulta es la comodidad. Los horarios del paciente y de su médico de cabecera pueden ser difíciles de conciliar. Una póliza de salud con este servicio permite que ambas partes se citen en la franja horaria más conveniente.