La metrópolis andaluza cuenta con un parque automovilístico que nada tiene que envidiar al de otras grandes ciudades del territorio, con más de 370 mil vehículos y un número también considerable de estacionamientos públicos y privados. A la hora de localizar una plaza libre o de reservar parkings en Malaga, es aconsejable que los visitantes se familiaricen con las distintas clases de aparcamiento disponibles.
Los estacionamientos de pago se clasifican de acuerdo con el tiempo de permanencia. Así, las plazas situadas en Zonas de Rotación Normal permiten la estancia de vehículos durante un máximo de 150 minutos en horario comercial, que varía en función de la época del año; fuera del horario comercial, no existe un límite de tiempo.
Por su parte, las plazas de pago ubicadas en Zonas de Alta Rotación permiten el estacionamiento durante un máximo de media hora, límite que se explica por la afluencia de tráfico rodado de las áreas en que se sitúan estos aparcamientos. Unas y otras —zonas de rotación normal y alta— se distinguen fácilmente por la línea azul que las delimitan, como ocurre en otros municipios españoles. Los conductores deben abonar el tíquet en los parquímetros habilitados, y su coste oscila entre los 20 céntimos y los 2 euros dependiendo de si el solicitante es o no residente o puede acogerse a una tarifa reducida por discapacidad.
Los aparcamientos sin coste, delimitados con líneas blancas, permanecen accesibles en el barrio El Ejido, las cercanías del Estadio de la Rosaleda, las avenidas Fátima y del Arroyo de los Ángeles o las Guillén Sotelo y Carretería, entre otras áreas destacadas del municipio.
Otra de las plazas más comunes en Málaga son las subterráneas, disponibles en las proximidades de los distritos de Cruz de Humilladero, El Palo, La Princesa y Carlos Haya. Para evitar retrasos y molestias, se recomienda reservar estas y otras plazas a través de apps específicas para parking.