¿Cuáles son los mayores iconos de la relojería femenina?

La relojería femenina ocupa un lugar destacado en el sector del lujo, donde un alto porcentaje de los productos se diseñan y comercializan para este público. Como ejemplos paradigmáticos, pueden citarse los modelos Tank, Lady Datejust, Twenty Four o De Ville. Este último se sitúa entre los cronógrafos para ellas más longevos, pues su lanzamiento se remonta a la década de los sesenta, siendo un reloj omega mujer que ha sabido reinventarse desde su lanzamiento en los años sesenta.

El glamour, la practicidad y el confort forman parte —con excepciones— del esquema clásico de reloj femenino, y De Ville cumple al pie de la letra con estas condiciones. Comenzó su andadura como un modelo de la gama Seamaster, pero su éxito posibilitó su «emancipación», razón por la que hoy constituye una línea propia.

Con Panthère, Cartier supo encandilar a una generación de consumidoras. Este reloj se distingue por su finura y expresividad, con una carcasa y correa metálica (plata o dorada) que adornan la muñeca con una elegancia fuera de lo común.

El Lady Datejust de Rolex también apuesta por el acabado dorado o plateado, con esferas en color rosa, blanco, gris o amarillo y la incrustación de diamantes en las unidades más selectas. Sus prestaciones relojeras están a la altura de la marca fundada por Hans Wilsdorf.

Otro reloj desarrollado para el público femenino es el Twenty Four Ladies de Patek Philippe. Presenta una correa y carcasa de oro rosa, con una esfera en color fucsia y dos bandas de diamantes blancos.

De vuelta al catálogo de Cartier, la marca francesa produce uno de los modelos femeninos más buscados: Tank. Su dial rectangular y correa de piel (disponible también de metal) cautivaron a propios y extraños desde su estreno a principios del siglo veinte. Celebridades como Marilyn Monroe o Andy Warhol utilizaron este reloj. Hoy las consumidoras siguen encontrando atractivo su diseño.