Alinear tus dientes es más que una cuestión estética

La percepción social de la ortodoncia ha estado tradicionalmente ligada a la mejora estética de la sonrisa, a la consecución de unos dientes perfectamente alineados y armónicos. Si bien este es un resultado evidente y muy valorado por los pacientes, el alcance y los beneficios de un tratamiento ortodóntico van mucho más allá de la simple cosmética dental. La ortodoncia es una especialidad odontológica fundamental para corregir problemas de maloclusión (una incorrecta relación entre los dientes superiores e inferiores al morder), apiñamiento dental, diastemas (espacios entre dientes) y otras irregularidades dentofaciales que no solo afectan a la apariencia, sino también a la función masticatoria, la higiene oral, la salud de las encías y la articulación temporomandibular (ATM). Buscar soluciones de ortodoncia Lugo representa, por tanto, una inversión en salud bucodental integral, cuyos beneficios se extienden a lo largo de toda la vida.

Los problemas de malposición dental o una mordida incorrecta pueden acarrear diversas consecuencias funcionales y para la salud. Un apiñamiento severo dificulta enormemente la higiene diaria, ya que el cepillo y el hilo dental no pueden acceder correctamente a todas las superficies dentales. Esto incrementa el riesgo de acumulación de placa bacteriana, lo que a su vez favorece la aparición de caries y enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis), que pueden llevar a la pérdida de hueso y, eventualmente, de los propios dientes. Una maloclusión, como una mordida cruzada, abierta o profunda, puede generar un desgaste dental anómalo y prematuro en ciertas piezas, dificultar la masticación eficiente de los alimentos e incluso provocar problemas en la articulación temporomandibular, manifestándose con dolores de cabeza, chasquidos o dolor al abrir y cerrar la boca. Además, dientes que protruyen excesivamente (dientes «salidos») son más vulnerables a sufrir fracturas en caso de golpes o caídas. Corregir estas situaciones mediante ortodoncia no solo alinea los dientes para una sonrisa más estética, sino que restablece una función masticatoria adecuada, facilita la higiene, previene problemas periodontales y de desgaste, y contribuye a la salud general de la boca y la mandíbula.

Afortunadamente, la ortodoncia moderna ofrece una variedad de aparatos y técnicas para adaptarse a las necesidades y preferencias de cada paciente, desde niños hasta adultos. Los brackets metálicos tradicionales siguen siendo una opción muy eficaz y robusta, especialmente para casos complejos. Consisten en pequeñas piezas metálicas cementadas en cada diente, unidas por un arco metálico que ejerce la fuerza necesaria para mover los dientes gradualmente. Para quienes buscan una opción más discreta, existen los brackets cerámicos o de zafiro, que son del color del diente o transparentes, respectivamente, mimetizándose mejor con la sonrisa. Su funcionamiento es similar al de los metálicos, aunque pueden ser ligeramente más frágiles. Una alternativa aún más estética es la ortodoncia lingual, donde los brackets se colocan en la cara interna de los dientes, haciéndolos prácticamente invisibles desde el exterior. Si bien ofrece una discreción máxima, puede requerir un periodo de adaptación más largo para el habla y la higiene, y su coste suele ser más elevado.

En los últimos años, ha ganado una enorme popularidad la ortodoncia con alineadores transparentes, cuyo sistema más conocido es Invisalign. Este tratamiento utiliza una serie de férulas de plástico transparente, hechas a medida mediante tecnología 3D, que el paciente se cambia cada una o dos semanas. Cada alineador aplica fuerzas suaves y controladas para mover los dientes progresivamente hacia la posición deseada. Sus principales ventajas son la estética (son casi invisibles), la comodidad (son removibles para comer y cepillarse los dientes, facilitando la higiene) y la predictibilidad del tratamiento gracias a la planificación digital. Sin embargo, requieren una gran disciplina y colaboración por parte del paciente, ya que deben llevarse puestos unas 22 horas al día para ser efectivos. La elección del tipo de aparato más adecuado dependerá del diagnóstico realizado por el ortodoncista, la complejidad del caso, la edad del paciente y sus preferencias personales y presupuesto. Profesionales especializados en ortodoncia Lugo pueden evaluar cada caso individualmente y recomendar la mejor opción terapéutica.

El tratamiento de ortodoncia es un proceso que requiere tiempo y compromiso. La duración varía considerablemente según la severidad del problema a corregir, el tipo de aparato utilizado y la respuesta biológica individual, pero suele oscilar entre 12 y 36 meses. Durante este tiempo, son imprescindibles las visitas periódicas al ortodoncista (generalmente cada 4-8 semanas) para realizar los ajustes necesarios en los arcos y brackets, o para entregar los nuevos juegos de alineadores y supervisar el progreso. Este seguimiento profesional es crucial para asegurar que los dientes se mueven de forma controlada y eficiente, y para detectar y solucionar cualquier incidencia que pueda surgir. Una vez finalizada la fase activa del tratamiento y retirados los aparatos, comienza otra etapa igualmente importante: la retención. Se utilizan retenedores (fijos, pegados por dentro de los dientes, o removibles, tipo férula transparente) para mantener los dientes en su nueva posición mientras los tejidos óseos y periodontales se estabilizan. El uso correcto y continuado de los retenedores, a menudo recomendado a largo plazo o incluso de por vida, es fundamental para evitar que los dientes tiendan a volver a su posición original (recidiva).

La ortodoncia moderna ofrece soluciones eficaces y cada vez más estéticas para corregir problemas de alineación y mordida, mejorando no solo la apariencia de la sonrisa sino también la salud bucodental general, la función masticatoria y la calidad de vida del paciente. Es una inversión en salud con resultados duraderos si se sigue el plan de tratamiento y la fase de retención indicados por el especialista.