Por qué es importante revisar los lunares de forma periódica

Los lunares o nevus se definen como manchas marrones o negras de pequeño tamaño, presentes en ambos sexos en edades comprendidas entre los diez y los cuarenta años, mayoritariamente. Aunque estas lesiones pigmentadas pueden ser benignas (nevus melanocíticos), la dermatologia medica quirurgica Vigo recomienda revisar periódicamente estas manchas, ya que pueden estar asociadas con melanomas.

 

En opinión de los dermatólogos, la población adulta debe examinar su piel una o dos veces al mes, hasta convertirlo en un hábito altamente saludable. Les ayudará a percibir las variaciones en el tamaño y el color de los lunares y la aparición de sangre, dolor o picores fuera de lo común.

 

Como parte del chequeo médico anual, los pacientes acudirán a expertos en dermatología para prevenir la aparición de melanomas, un tumor maligno que puede confundirse fácilmente con simples lunares o nevus debido al pigmento melanina que producen sus células. Las posibilidades de superar un melanoma dependen de la precocidad con que este tipo de cáncer sea detectado y tratado, como sucede con otras enfermedades cancerígenas.

 

Generalmente, y pese a los autoexámenes que el paciente se realiza de manera periódica, será su médico de cabecera el responsable de derivarle a un dermatólogo en caso de detectar lunares en regiones o de características sospechosas.

 

Las personas afectadas del síndrome del nevo displásico deben tomarse en serio estas revisiones, debido a la presencia de familiares con melanomas. En particular, los lunares o nevus displásicos son más grandes de lo habitual y pueden aparecer tanto en zonas expuestas a la radiación solar como en aquellas que permanecen a cubierto, indistintamente.

 

No obstante, la mayoría de lunares son inofensivos y no suponen una amenaza para la salud de su portador, que probablemente los presente desde el momento de su nacimiento, si bien un porcentaje elevado de ellos se desarrollan durante la niñez y la adolescencia.