Cuando un viajero se dispone a tomar un vuelo desde el aeropuerto de Santiago de Compostela, una de sus primeras dudas suele ser donde dejar el coche en el aeropuerto de Santiago. El aeródromo de Lavacolla, situado a unos doce kilómetros de la capital gallega, ofrece diferentes alternativas de aparcamiento que se adaptan a las necesidades y presupuestos de cada persona.
La opción más directa es utilizar el aparcamiento oficial del propio aeropuerto. Este se encuentra a pocos metros de la terminal y ofrece la ventaja de la proximidad, lo que permite llegar andando en apenas unos minutos. El parking oficial dispone de zonas cubiertas y descubiertas, tarifas por horas y bonos de larga estancia. Aunque su precio suele ser más elevado, garantiza comodidad y seguridad al estar gestionado directamente por AENA.
Para quienes buscan ahorrar, existen parkings privados de bajo coste en las inmediaciones del aeropuerto. Estas instalaciones, normalmente situadas a menos de cinco minutos en coche, incluyen servicio de traslado gratuito en lanzadera hasta la terminal. De esta manera, el viajero puede aparcar a un precio más económico y desplazarse cómodamente sin preocuparse por la distancia. Algunos de estos parkings, además, ofrecen extras como lavado de vehículos o vigilancia las 24 horas.
Otra alternativa es el aparcamiento de corta duración, pensado para quienes solo necesitan dejar o recoger pasajeros. Esta zona permite estacionar el coche durante un breve periodo de tiempo sin coste o con una tarifa reducida, lo que facilita las llegadas rápidas y evita congestiones frente a la terminal.
Quien prefiere no pagar por el aparcamiento puede optar por estacionar en las calles o espacios públicos de Lavacolla, la localidad más próxima. Desde allí, se puede caminar hasta el aeropuerto o utilizar el transporte urbano. No obstante, esta opción requiere precaución: es importante comprobar que el lugar elegido no esté restringido ni suponga un obstáculo para residentes o servicios.
Dejar el coche en el aeropuerto de Santiago de Compostela depende de las prioridades de cada viajero. Quien busque comodidad inmediata encontrará en el parking oficial su mejor aliado, mientras que quienes prioricen el ahorro pueden recurrir a parkings privados low cost o a zonas públicas cercanas. Con una mínima planificación, cada conductor puede escoger la alternativa que más se ajuste a su viaje y comenzar su experiencia con tranquilidad.