Los perros y los fuegos artificiales

Los fuegos artificiales y los petardos en  general, son un problema para quienes tienen mascotas en casa. Muchos animales se asustan muchísimo con el ruido llegando a tener comportamientos que pueden ponerlos en peligro. No son pocos los casos de perros que, al escuchar un petardo en la calle, dan un tirón inesperado de la correa y se sueltan escapando. La huida puede acabar con el animal atropellado o perdido. 

En casa, las cosas no son mejores, ya que algunos perros sufren incluso crisis de taquicardias y pueden llegar a tener ataques al corazón en casos de miedo grave y que haya algún problema previo. La mayoría, ladran como locos creando un problema de convivencia. Los gatos suelen actuar de manera diferente, escondiéndose cuando escuchan el ruido. Esto no quiere decir que no lo pasen mal, solo que la manera de actuar es diferente en ambas especies.

Pero ¿qué se puede hacer para evitar este terror y que los animales no lo pasen tan mal? Los expertos nos dicen que, ante todo, debemos de evitar hacer eso en lo que todos pensamos inicialmente: abrazar al perro para tranquilizarlo. Eso hará que el animal perciba que hay un peligro, ya que ve que tratas de protegerlo y reforzará su conducta. Lo mejor es que se trate de poner música relajante para amortiguar en lo posible el ruido y actuar como si no pasar nada. Como mucho, darle una caricia al animal para relajarlo. Tratar de jugar con él también puede ser bueno.

Se le puede dar un tranquilizante natural perros y gatos, pero esto es complicado cuando ya está alterado. Lo mejor es que, siempre que sepamos que se puede producir esta situación, nos anticipemos. En días de fiesta, en partidos en los que sabemos que se puede celebrar una victoria con petardos, etc. Lo mejor es darle el traquilizante al animal desde la víspera. Al ser algo natural, no le va a hacer daño y le ayudará a estar más calmado. Jugar con él y poner la música desde antes de que pase nada. Y, sobre todo, evitar actuar de modo diferente cuando comience el ruido.

Si se hace esto desde cachorro, el animal acabará asumiendo que eso es algo normal y verá que no pasa nada cuando se escucha el ruido. Ni se altera la rutina ni se alteran los humanos de la familia.