Si estás comenzando a mirar coches caravanas de segunda mano tal vez te haya surgido la duda entre caravanas y autocaravanas y qué es lo mejor para tu caso. Te contamos algunas de las ventajas e inconvenientes de cada tipo de vehículo.
Las caravanas son aquellas que funcionan como un remolque que se añade al vehículo. Es necesario contar con un coche que tenga homologación para llevar un remolque y que tenga suficiente fuerza para cargar con el peso de la caravana que se ha escogido. También es conveniente que el conductor haga algunas prácticas en espacios sin tráfico ya que manejar un coche con una caravana, especialmente de gran tamaño, conlleva algunas dificultades y hace que sea necesario acostumbrarse a ella.
Las autocaravanas, por su parte, son vehículos compactos. Su conducción es igual a la de una furgoneta grande y no es necesario ningún requisito. Para la gran mayoría, tampoco es necesario un carnet especial y acostumbrarse a su conducción consiste solo en ser consciente de las dimensiones de la misma.
Una de las ventajas de las caravanas es que, una vez en destino, pueden separarse del vehículo y los propietarios pueden viajar en el mismo, entrando por ejemplo en el centro de ciudades a las que no es posible entrar con una autocaravana. Esto es perfecto para quienes orientan sus vacaciones a estar en campings, ya que pueden dejar su autocaravana en la plaza y disponer del coche para desplazamientos por la zona, pudiendo hacer excursiones o realizar recados de una manera mucho más cómoda y con mayor independencia. Además, en invierno se necesitará menos espacio para guardar la caravana, que en muchos casos puede estar en una plaza de garaje convencional.
Por su parte, la autocaravana es ideal para quienes buscan viajar de una manera más independiente, ya que suele tener más servicios que la autocaravana. Es habitual que cuenten con WC y con ducha así como con cocina. La autonomía es mucho mayor, así como la comodidad de la misma y solo hay que buscar zonas habilitadas para vaciar y llenar los depósitos de la misma.
Otra diferencia suele estar en el precio, una autocaravana es, evidentemente, más cara ya que cuenta con la parte de vehículo de motor y con los servicios extras indicados. Por eso, cada familia tendrá que valorar el uso que van a dar al vehículo, así como el presupuesto con el que cuentan, antes de decidirse.